INEVITABLE

Dicen que no existen las casualidades sino lo inevitable…
Aquel día mientras paseaba con mi cámara al hombro, me acerque a la playa cuando no esperaba encontrar a nadie…atardecía lentamente y mientras se iba la luz pensé en lo voluble  del destino y en todas sus trampas que nos hacen creer que no le seguimos.

Y al llegar a la playa… cuatro personas de dos en dos, con caminos diferentes, con conversaciones distintas…en un momento se cruzan, apenas se ven, ni se oyen …durante un par de segundos me uno a ellos, justo el tiempo de hacer clic…

Creo en lo inevitable, en un camino invisible, en una especie de laberinto que solo nos conecta con aquellos con los que estamos predestinados…el resto solo es una suave brisa…



BUSCANDO RECUERDOS

Aun recuerdo el ruido de mis zapatos al caminar sobre la madera, recuerdo el sabor del silencio y el calor de un brazo rodeando mis hombros…

Al final de la pasarela un aire frío me hizo apretar mi abrigo….y entonces respiré hondo y comprendí  que nunca se vuelve a un mismo lugar, dos veces, de la misma forma.
Cuando preparaba mi cámara pensé en todos los instantes que he pasado en esta playa y en especial en los interminables paseos bajo la luz del invierno.

La quiero…..  la quiero tanto que me olvido siempre de marcharme…





35 MINUTOS EN NARANJA

No miento si digo que estas fotos están hechas con unas flores de un jardín que nadie cuida, con la luz del mediodía y con un lapicero blanco que me sirvió de jarrón…
Tampoco miento, si también cuento, que están hechas en mi lugar de trabajo, un día en el que decidí sustituir mi tiempo de descanso por una sesión de fotos y mientras buscaba un fondo neutro cerca de una ventana…pensé en cómo ha cambiado mi tiempo, en como la rutina nos aleja de todas aquellas cosas que ansiamos hacer, esas que nos llenan de felicidad…
Ahora tengo que conformarme con estos pequeños instantes, en los que a pesar de todo, mi creatividad quiere salir a borbotones… y los exprimo con tal pasión como si el próximo momento quisiera tardar un siglo.


Este es el resultado de los últimos 35 minutos que dediqué a una de las cosas que más feliz me hace…























MAGIA EN LOS CRISTALES

Una mañana fría de Noviembre, mientras el viento del Norte llegaba casi a escondidas, no dudé en coger mi abrigo y salir a atrapar el Otoño en las ventanas…
Era muy temprano y antes de dar rienda suelta a todo lo que tenía en mente, me senté en un pequeño café a desayunar…, mientras lo hacía observe como poco a poco despertaba la ciudad…, y empezaron a aparecer puestos de flores, alguien comenzó a cantar números en una esquina, un señor con sombrero paseaba un perro diminuto y el abrir y cerrar de la puerta traía olor a castañas asadas…
Al salir, el salitre del aire me recordó de nuevo la cercanía del mar…estaba en Cádiz !
Y entonces fui a buscarlas y las encontré de todas las formas, unas eran viejas, otras imponentes, muchas mirando al mar y algunas arropadas por los árboles, pero todas con el encanto del paso del tiempo y con magia en los cristales…