A menudo pienso que…, sumergidos de lleno en una vida caótica, nos olvidamos con facilidad de esos pequeños placeres sencillos y vanales… esos que no nos cuestan nada.
Placeres que son regalos..., regalos importantes.
Pasear junto al mar es uno de ellos, poder disfrutar de mañanas blancas y tardes doradas, caminando hacia ningún lugar, sólo dejándonos llevar.
Sintiéndonos libres, porque libre es el mar que yo recuerdo…
Genial la idea de tomarle al reflejo!
ResponderEliminarAnotada la idea... a ver que si me sale igual de buenas.
Saludos
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Hola Ste, gracias por tu comentario y a por ellas.....!!!!
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