Volver a la playa…
Esta vez envuelta en bruma, tan densa que transforma
el paisaje y lo hace tan diferente que se vuelve nuevo y desconocido.
Un perro negro me acompaña durante un rato, hasta
que decide perseguir a unas gaviotas, alguien que se cruza en mi camino me
pregunta la hora… nunca llevo reloj le digo, nunca lo hago cuando salgo con mi
cámara y me mira extrañado mientras me alejo…
El temporal de hace unos días deja un rastro de conchas
que me pinchan en los pies al caminar, el pelo se me ha impregnado de sal y el
silencio me rodea.
En mi paraíso no hay nada más… y antes de que el
verano lo desdibuje todo, antes estaré yo para llevármelo…
Preciosa foto!
ResponderEliminarMuchas gracias Aroa por dejar tu opinión. Me alegra que te guste.
ResponderEliminarUn saludo.