“Hace
algún tiempo alguien me regaló una cámara, alguien me animó a sumergirme en un
mundo que me arranca cada día montañas de sensibilidad…a ti, compañero inseparable
de mi mano derecha, gracias…”.
Voy
camino del faro, por la playa, recreándome en la luz, mojándome los pies mientras
cientos de gaviotas chillan por encima de mi cabeza, no puedo creer lo hermoso
de este lugar, sigo caminando y al llegar me acerco a él, aún no está encendido…no
necesito más…mi cámara y mi compañero inseparable de mi mano derecha están conmigo,
se escucha un click…mi musa me estaba esperando…
Me ha encantado cono lo describes. Mucho sentimiento. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias Gisele, que ilusion que pases por mi blog...y cuanto honor!!
ResponderEliminarun abrazo.